• Cereales

El trigo, junto con la cebada son los dos cereales más cultivados en España.

En España es muy importante el cultivo de los cereales llamados de invierno: cebada y trigo fundamentalmente, y en menor proporción, avena y centeno. Se cultivan en tierras de secano, que solo reciben el riego natural. Se suele practicar el barbecho, que consiste en dejar la mitad de la tierra sin sembrar, pero dándole las labores adecuadas para quitar las malas hierbas y ahuecarla de manera que recoja la mayor cantidad de agua posible. La otra mitad de la tierra se siembra ese año y al siguiente se invierte la situación. Andalucía, y las dos Castillas son los principales productores de estos cereales.

El maíz se cultiva en Galicia sin riego artificial, haciendo rotar su cultivo con el de patatas, nabos o alubias. En las zonas de regadío también se cultiva el maíz, planta que requiere bastante humedad en la época del verano.

El arroz está ausente de los secanos españoles por su gran exigencia de agua, pero existen tres principales zonas productoras de arroz: Cataluña en el Delta del río Ebro, en Tarragona cuya producción, que convive con un importante parque natural, representa un 15% de la total obtenida en el Estado, Comunidad Valenciana en los terrenos próximos a la Albufera de Valencia y a la desembocadura del río Júcar. Su producción constituye, igualmente, el 15% de la española y  la Zona Sur en la zona situada sobre el estuario las marismas del río Guadalquivir en Sevilla y, la segunda, la de Don Benito en Extremadura. Sevilla es la primera provincia productora española, que junto con Extremadura alcanzan casi un 60% de la producción estatal.

Se estima, en definitiva, que en España la producción alcanza casi el medio millón de toneladas, de los cuales el 60% se produce en las zonas arroceras del Guadalquivir y Extremadura, el 15% en el delta del Ebro, el 15% en la Albufera valenciana y el restante 10% entre, Murcia, Aragón, las dos Castillas, Baleares y Navarra.

  • Patatas y hortalizas

La patata, como el maíz, es de origen americano y, al igual que ese cereal, de introducción española en Europa. Se cultiva sin riego artificial en toda la España Atlántica y en todos los regadíos. La mayor cosecha corresponde a las variedades de media estación (junio - septiembre) y a las tardías o de otoño. Suele rotarse su cultivo con el del maíz y las alubias.

El cultivo de hortalizas tiene gran tradición en el país. A ellas se dedican casi todas las superficies protegidas por plásticos. Su cultivo se ha duplicado desde mediados de siglo. Se ha duplicado también su producción, que es la base de la industria agroalimentaria y, con las frutas, nuestras dos principales exportaciones de productos agrarios frescos. Se exportan: tomates, cebollas, fresones, melones, sandías, lechugas, coles, judías verdes, zanahorias, pepinos, pimientos, calabacines, y otras muy distintas hortalizas.

  • Frutales

Los cítricos que necesitan agua y ausencia de heladas se cultivan en los regadíos del litoral mediterráneo. Son exportados en gran cantidad. La mayor parte de la superficie de cultivo citrícola se reserva a naranjas, a las que siguen en importancia las mandarinas, los limones y los pomelos. El núcleo fundamental se halla en Valencia.

Los frutales no cítricos cultivados ofrecen una gama muy variada, son importantes las plantaciones de peral, manzano, melocotonero, y albaricoque en regadío. En secano se prefiere el cerezo, sobre todo en Extremadura y Aragón. Los frutos secos como la almendra y la avellana se cultivan en todo el litoral levantino hasta la costa bética y en Baleares.

Es muy importante también la producción de uva de mesa, de la que gran parte se exporta, se obtiene en el litoral de Valencia y en los parrales de Almería y Murcia. En Canarias es de gran importancia el cultivo de la platanera, donde tropieza con la dificultad de la falta de agua, de la que la planta es muy consumidora.

  • Viñedos y Olivares

Dos regiones sobresalen por la amplitud del terreno vitícola: La Mancha y la Rioja. Las zonas más productoras en cantidad y por la calidad de sus caldos derivados son, en Castilla y León, la Ribera del Duero, en Andalucía, las del Marco de Jerez. En la Meseta Sur, Valdepeñas. En Levante, Uriel-Requena y Jumilla. En Cataluña, Penedés, Amporda y Priorato. En el Ebro, Rioja y Cariñena. En el sur de Galicia, Ribeiro y Rías Baixas.

Los olivos soportan mal las heladas, por lo que tienen menos área de expansión que la vid. Se encuentran mayoritariamente en toda la geografía española al sur del Sistema Central. Su cultivo es prioritariamente de secano y la mayor parte de la producción se destina a su transformación en aceite. Su cultivo es muy importante en Andalucía, donde hay zonas de monocultivo como en algunas partes de la Bética, sobre todo en la provincia de Jaén.

  • Cultivos industriales

Tradicionalmente vienen considerándose plantas industriales solo aquellas cuyo producto no admite consumo directo o para el que su transformación resulta mucho más provechosa. Tal es el caso del girasol, la remolacha azucarera, el algodón y el tabaco.

El cultivo del girasol alcanza grandes extensiones en el secano de la Meseta y abarcaba ya en 1984 más de un millón de hectáreas, de las que el 85 por ciento son de secano.

La remolacha azucarera se cultiva sobre todo en el valle del Duero, donde rota con los cereales en los regadíos. El algodón se cultiva los regadíos de Murcia y Alicante y en los regadíos y secanos de la Baja Extremadura y de la Bética. El tabaco se cultiva en la vega de Granada, que es donde mayor rendimiento produce y en la provincia de Cáceres, sobre todo en la vega del Tiétar, en todo caso en regadío. También se consideran cultivos industriales los dedicados a condimentos, entre los que se encuentran los pimientos, para el pimentón y el azafrán. El primero en los regadíos murcianos y en los de la Vera de Gredos. El azafrán se cultiva en los secanos manchegos y en la provincia de Teruel.