CONSEJOS PARA LA COMPRA, TRANSPORTE, ALMACENAMIENTO, PREPARACIÓN DE CALDOS Y REALIZACIÓN DE TRATAMIENTOS CON PRODUCTOS FITOSANITARIOS

Alcanzar un nivel óptimo de sanidad vegetal en los cultivos que les proporcione una adecuada protección contra los daños producidos por plagas y enfermedades, es una exigencia tanto de los productores como de los comercializadores y consumidores. Para ello, la práctica más habitual y extendida es la aplicación de productos fitosanitarios, la cual debe realizarse de forma racional, segura y limitando los riesgos para los aplicadores, personas ajenas al tratamiento y para el medio ambiente con el objetivo de evitar efectos nocivos o perjudiciales..

Quien realice un tratamiento fitosanitario, debe contar con personal que posea la formación previa suficiente para las funciones que han de desarrollar y ejercer adecuadamente sus responsabilidades (vea la sección de Formación).

Una correcta aplicación de productos fitosanitarios requiere una distribución homogénea del producto, y que esté de acuerdo con las dosis autorizadas y recomendadas.

Los principales objetivos que se persiguen cuando se realiza un tratamiento fitosanitario son los siguientes: 

  • Aprovechar al máximo los productos aplicados, con el fin de reducir tanto los costos como el impacto medioambiental, ya que son caros y en algunos casos tóxicos.
  • Maximizar el rendimiento del trabajo, entendido como superficie tratada por unidad de tiempo, por razones principalmente de carácter económico.
  • Conseguir la máxima eficacia posible, desde los puntos de vista económico y agronómico, para lo cual se requiere una distribución uniforme.

Para alcanzar este último objetivo hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Las sustancias activas empleadas deben ser eficaces  contra la plaga o agente patógeno y debe considerarse su peligrosidad para la salud y el ambiente, así como sus efectos secundarios sobre la fauna auxiliar. 
  • Para conseguir los resultados esperados, la dosificación debe ser correcta, de forma que la planta quede cubierta homogéneamente. Para ello es necesario elegir la maquinaria adecuada, de acuerdo con el producto a emplear y la plaga o enfermedad a combatir. 
  • La plaga o agente patógeno debe encontrarse en su fase más sensible al producto fitosanitario. 
  • Las condiciones climáticas deben ser lo más favorables posibles con respecto al tipo de producto a emplear.


MANEJO Y APLICACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS

Compra y transporte:

  • Solamente podrán adquirir productos fitosanitarios de uso agrícola los usuarios profesionales.
  • El producto debe estar autorizado y, por ello, se debe comprobar que tiene un número de registro oficial.
  • No se deben comprar productos que no estén envasados o con envases deteriorados. El envase debe estar precintado y debidamente etiquetado.
  • Se debe leer atentamente la etiqueta para comprobar si se adecua a la plaga o enfermedad que se desea combatir y se deben tener en cuenta las precauciones para su uso adecuado.
  • El transporte debe realizarse separado de pasajeros y mercancías de consumo.

Almacenamiento:

  • Los productos fitosanitarios se deben guardar en un lugar seguro, lejos de fuentes de calor y de la luz solar y debidamente ventilado, fuera del alcance de los niños, personas inexpertas y animales.
  • No se deben almacenar junto a los alimentos o piensos, ni fuera de su envase.
  • No apilar los envases, con el fin de evitar su caída con posibles derramamientos o daños.


Preparación del caldo de tratamiento:

  • Comprobar el correcto funcionamiento del equipo de aplicación.
  • Leer detenidamente la etiqueta del producto, eligiendo la dosis correcta.
  • Extremar las precauciones al manejar el producto concentrado, utilizando el equipo de protección adecuado y evitando el contacto del producto con la piel y ojos.
  • Preparar cuidadosamente el caldo en un lugar abierto, de espaldas al viento, con agua limpia y jabón al alcance.
  • Disponer de los instrumentos de medida y vaciado necesarios (jarras, pesos, embudos, etc.), que deben ser lavados después de su utilización y de uso exclusivo para dicho fin.
  • Emplear agua limpia para el tratamiento.
  • Calcular el volumen de caldo en función de la superficie a tratar y del estado de desarrollo del cultivo, evitando que sobre.
  • En el caso de sólidos solubles, disolverlos en un cubo antes de verterlos al tanque de tratamiento. Los productos líquidos pueden verterse directamente al tanque de tratamiento cuando el nivel de agua alcance la mitad del volumen necesario.
  • Si se van a realizar mezclas de productos es importante asegurar que estos sean compatibles, si no lo son deberán utilizarse por separado y dejando siempre que pasen unos días entre la aplicación de los distintos productos.
  • En caso de terminarse el producto debe enjuagarse bien el envase, al menos 3 veces y añadir esa agua al tanque de tratamiento.
  • Emplear el caldo lo antes posible (antes de que transcurra un día) para evitar la pérdida de sus propiedades.


Ejecución del tratamiento:

  • Los tratamientos deben realizarse por personal suficientemente capacitado, para evitar riesgos y conseguir una buena eficacia.
  • Utilizar el equipo de protección individual adecuado.
  • Mantener alejados a las personas que no esté debidamente protegida y a los animales.
  • Asegurar que en la zona a tratar solamente se encuentren las personas que realizarán el tratamiento.
  • Tener en cuenta las condiciones climáticas antes de realizar el tratamiento. No se recomiendan las aplicaciones con vientos fuertes por el riesgo de deriva indeseada del producto, ni realizar tratamientos si la temperatura es mayor de 30ºC.
  • Es muy importante que el tratamiento se realice respetando un adecuado margen de seguridad, cuando el área a tratar se encuentre cerca fuentes de agua superficiales (arroyos, ríos, estanques, etc.). Ello permite evitar problemas de contaminación de las aguas y efectos colaterales sobre la flora o fauna.
  • En las épocas de floración, evite realizar los tratamientos en las horas de actividad de las abejas, los tratamientos deberían realizarse preferentemente a partir de las 7 de la tarde, cuando las abejas no están de pecorea. Las abejas son las responsables del 80% de polinización en las plantas silvestres, árboles y cultivos.
  • No fumar, ni comer, ni beber, ni ir al servicio, durante el tratamiento sin lavarse debidamente.
  • El aplicador debe evitar que la nube de tratamiento caiga sobre él.
  • La distribución del producto debe ser uniforme en toda la zona tratada, ajustando la velocidad de avance y el caudal de salida por las boquillas, evitando el goteo de caldo al suelo.
  • En caso de obstrucción de las boquillas o filtros, sustituirlos o desatascarlos con aire o agua a presión, nunca deben limpiarse soplando con la boca.
  • No es conveniente que una misma persona realice un tratamiento durante periodos de tiempo prolongados. En caso de sentir alguna molestia, debe abandonarse el cultivo y tomar una ducha.
  • Al finalizar el tratamiento debe limpiarse cuidadosamente el equipo de aplicación.
  • Los envases vacíos deben enjuagarse al menos tres veces y el agua verterla en el tanque de la mezcla. Una vez enjuagados deben llevarse al punto de recogida del sistema integrado de gestión de envases fitosanitarios más próximo y depositarlos en los contenedores destinados a este fin.
  • El aplicador debe tomar una ducha, lavar las ropas y el equipo de protección separadamente del resto de la ropa, cada vez que los utiliza y guardarlos en un lugar adecuado.
  • Debe tomarse en consideración que la reentrada al área tratada de realizarse al menos 24 horas desde la aplicación.
  • Se debe respetar el plazo de seguridad para realizar la recolección del cultivo.


Consejo en caso de intoxicación:

Si el producto, de manera accidental, entra en contacto con la piel, ojos o mucosas, lavar inmediatamente la zona y en todo caso seguir las instrucciones dadas por el fabricante para tales casos. Ante la más mínima sospecha de intoxicación se deberá acudir a un médico con el producto que lo ocasionó y llamar al teléfono del Instituto Nacional de Toxicología (915 620 420). Conserve la etiqueta del producto con las características y nombres.


 

MAQUINARÍA DE APLICACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS

El 18 de noviembre de 2011 se aprobó el Real Decreto 1702/2011/CE de inspecciones periódicas de los equipos de aplicación de productos fitosanitarios, mediante esta disposición, se traspone el artículo 8 y el Anexo II de la Directiva 2009/128/CE de Uso Sostenible de los Plaguicidas que establece que los equipos de aplicación de productos fitosanitarios deben funcionar correctamente para prevenir distribuciones anómalas, fugas o vertido de productos en lugares inadecuados para proteger el medio ambiente y la salud.

El Real Decreto señala que las Comunidades Autónomas, deberán establecer un programa de inspecciones para que todos los equipos de aplicación hayan sido inspeccionados al menos una vez en una estación de Inspección Técnica de Equipos de Aplicación de Productos Fitosanitarios autorizada por la CCAA antes del 26 de noviembre de 2016. Las inspecciones se realizarán cada 5 años, o cada 3 en el caso de los equipos de mayor utilización, como los de las empresas de tratamientos o las agrupaciones de productores. A partir de 2020 todos los equipos deberán inspeccionarse cada 3 años.

El objetivo final de estas inspecciones es que los equipos de aplicación de productos fitosanitarios funcionen correctamente, garantizando la exactitud en la distribución y dosificación del producto, así como la no existencia de fugas en el llenado, vaciado y mantenimiento.

Por otra parte,  define y tipifica los equipos de aplicación de productos fitosanitarios utilizados en la producción primaria agrícola y forestal y en otros usos profesionales en ámbitos distintos de los anteriores, elaborar el censo de los equipos a inspeccionar, en base a los inscritos en el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA), complementado con los empleados en los tratamientos aéreos y el de los equipos fijos en el interior de invernaderos y otros locales cerrados. Además, establece los requisitos mínimos que deben cumplir las estaciones de Inspección Técnica de Equipos de Aplicación de Productos Fitosanitarios (ITEAF), sus titulares y el personal técnico encargado de las inspecciones.

Las inspecciones serán realizadas por personal con la formación suficiente para ejercer sus responsabilidades. Los directores y los inspectores de las estaciones dispondrán de un nivel académico previo vinculado a las funciones que han de desarrollar o de una completa  formación específica en estas materias.

En el caso de los directores, entre sus responsabilidades se encuentran, entre otras, el control de calidad de la inspección, calibración de equipos, formación de inspectores, y asesoramiento de la idoneidad y de la regulación del equipo para cada tratamiento fitosanitario. Los inspectores, tendrán entre sus competencias, la revisión directa de los equipos, su tipificación, recomendaciones de uso y aplicación de los procedimientos de inspección. En ambos casos, se complementa con una formación adicional  específica para la inspección de equipos de aplicación.

Este Real Decreto se completa con cuatro anexos relacionados con los requisitos de salud y seguridad y de medio ambiente para la inspección de los equipos de aplicación de productos fitosanitarios, con la instrumentación de la ITEAF, con el certificado y boletín de la inspección y con los criterios básicos de los programas de formación del personal perteneciente a las estaciones de Inspección Técnica de Equipos de Aplicación.